top of page

El paciente encamado



Los pacientes encamados son aquellos que pueden llegar a permanecer inmóviles en cama por diversos motivos: una enfermedad, un traumatismo, un alto nivel de dependencia etc, pueden ser algunos de los muchos factores que lleven a una persona a permanecer encamada.


Para ayudar a gestionar esta situación, hay una serie de puntos a tener muy en cuenta, ya que la inmovilidad prolongada tiene repercusiones en casi todo el organismo. A continuación te vamos a detallar lo que le puede pasar al cuerpo cuando no se mueve a diferentes niveles:

  • Cardiovascular: la circulación se enlentece, las venas y arterias pierden elasticidad, lo que puede ocasionar problemas de circulación.

  • Sistema respiratorio: deterioro de la ventilación pulmonar, aumenta la retención de secreciones y con ello la posibilidad de sufrir infecciones respiratorias.

  • Musculo-esquelético: pérdida de masa muscular. Los huesos, por su parte, también se vuelven más débiles y frágiles, por lo que aumenta el riesgo de tener fracturas.

  • Genito-urinarias: incontinencia urinaria que si no se gestiona bien puede provocar infecciones y alteraciones cutáneas.

  • Sistema digestivo: pérdida del apetito y malnutrición. Aumento del reflujo gastro-esofágico, lo que puede desencadenar digestiones pesadas o ardor de estomago. La formación del bolo fecal se enlentece, pudiendo llegar a sufrir estreñimiento crónico.

  • Piel: úlceras por presión si no se cambia la postura cada cierto tiempo.

¿Qué podemos hacer ante todas estas complicaciones?

Te animamos a tener en cuenta alguna de estas recomendaciones que sin duda te ayudarán a evitar o prevenir estos problemas:

  • Hidratación y nutrición correctas.- Una dieta equilibrada y un aporte hídrico correctos garantizan que la piel esté en buenas condiciones, así como que el aparato digestivo funcione correctamente y ayuda a prevenir las infecciones urinarias.

  • Ejercicios activos o pasivos, según el nivel de movilidad que tenga nuestra persona dependiente. Estos ejercicios van a garantizar que el sistema musculo-esquelético no se deteriore y que la piel esté en buenas condiciones.

Fisioterapia respiratoria y pequeños ejercicios de clapping (si no están contraindicados) ayudan a que no se acumulen secreciones en el árbol respiratorio.


También hay que tener en cuenta que en los pacientes encamados, el aseo corporal alivia el dolor, la rigidez articular, y reduce molestias como el prurito o comezón, ocasionado por la piel seca:

  • Antes de iniciar el baño, hay que decirle a la persona lo que vamos a hacer, ya que le estamos violentando su intimidad física y psíquica.

  • Al retirar el camisón o pijama, cubrir al paciente con una toalla grande.

  • Limpiar su cuerpo por partes con una esponja sumergida en agua tibia jabonosa. El jabón debe ser de pH neutro, de lo contrario favorecerá la resequedad de la piel.

  • Para que el paciente no se enfríe, cubrir el área limpia con la toalla.

  • Comenzar el lavado colocando al paciente boca arriba, y terminar girándolo boca abajo. Si no puede permanecer en esta posición, se recomienda colocarlo de lado

  • Comenzar el lavado por la cara, y seguir en este orden, cuello, extremidades superiores, abdomen, extremidades inferiores, y por último los genitales, ano y glúteos.

Higiene de las mucosas

Este es otro punto muy importante a tener en cuenta con los pacientes encamados.


Higiene de los ojos

El lavado de los ojos debe hacerse con una toalla o paño suave humedecido en agua, efectuando pasadas desde el lagrimal hacia el ángulo externo del ojo. Usar un paño para cada ojo.


Higiene de las fosas nasales

Lavar la nariz instilando unas gotas de agua con sal o con una gasa impregnada en suero salino. Debe cambiarse de gasa para cada fosa nasal.


Higiene de la boca

  • El lavado de la boca debe hacerse diariamente con suavidad, usando un mango de cuchara o un baja lenguas envuelto en una gasa impregnada de suero o agua con bicarbonato.

  • Procurar llegar a todos los lugares: paladar, encías, base de la boca y lengua.

  • Enjuagar adecuadamente, con la debida precaución para que el paciente no se ahogue.

  • Humectar los labios con vaselina o algún otro producto para ello.

  • Proceder al lavado tras cada una de las comidas, aun cuando el paciente se alimente por otra vía diferente a la oral.

  • En las personas portadoras de prótesis, retirar las dentaduras y proceder a su limpieza tras cada comida. La dentadura postiza se debe retirar siempre para dormir.

Si tenemos presentes todos los consejos anteriores estaremos favoreciendo en gran medida la comodidad del paciente y facilitando que su recuperación o su proceso en cama sea lo más llevadero posible.
bottom of page