
El alzhéimer es una de las peores enfermedades degenerativas. No solo afecta al paciente sino que repercute profundamente en sus allegados.
La enfermedad de alzhéimer es una demencia degenerativa primaria compuesta por el síndrome afaso-apracto-agnósico, pérdida de memoria, trastornos del comportamiento y deterioro de la capacidad de juicio o de pensamiento abstracto.
AFASIA: alteración del lenguaje.
APRAXIA: alteración de la gestualidad y de manipular objetos.
AGNOSIA: alteración del reconocimiento de los objetos, de las personas (caras), de lugares conocidos previamente, esquema corporal, de estímulos auditivos..
Es una enfermedad edad-dependiente; de ahí que, con el aumento de la esperanza de vida, la incidencia de esta patología se incremente.
Fases del alzhéimer
El alzhéimer evoluciona lentamente distinguiendo tres fases:
Fase inicial
Con un estado leve de la demencia.
Síntomas
Primeros fallos de memoria, concentración y atención que se evidencian a la hora de llevar a cabo tareas complejas.
Dificultad para encontrar palabras de nombres y objetos (anomia).
Primeros fallos en la coordinación (apraxia) y concentración.
Cambios de humor, tristeza o ansiedad.
Negación de los déficits.
Dependencia
Disminución en el rendimiento laboral o en la ejecución de tareas domésticas.
Puede vivir de forma independiente y mantener su higiene personal.
La duración de esta fase está estimada en 3 o 4 años.
Fase intermedia
Donde el estado de la enfermedad es moderado.
Síntomas
Cambios cognitivos más evidentes.
Mayor afectación en memoria y dificultades para mantener una conversación fluida.
Aumento en la desorientación temporal, espacial y personal.
Fallos en la ejecución de movimientos sencillos.
Aparición de ideas delirantes (persecución, robo o falso reconocimiento principalmente) y alucinaciones.
Comportamiento inadecuado, insomnio y agitación.
Dependencia
Pérdida progresiva de autonomía.
Dependiente en las actividades instrumentales de la vida diaria tales como manejar dinero, la medicación o usar el teléfono.
Necesidad de ayuda en las actividades básicas como el aseo personal o la alimentación.
La duración de está fase está estimada en 2 o 3 años.
Fase final
Con un estado grave en la evolución de la enfermedad.
Síntomas
Pérdida completa de la memoria y el juicio.
Apraxia y afasia generalizada.
Pérdida progresiva del lenguaje.
Pérdida de control de esfínteres e inmovilidad.
Dependencia
Dependencia absoluta.
La duración de está fase está estimada en 2 o 3 años.
El progreso de la enfermedad es diferente en cada persona por lo que cada una de ellas experimentará los síntomas de cada fase en distinto grado.
Las familias de los enfermos de alzhéimer
El impacto de la enfermedad de alzhéimer sobre los familiares del enfermo es un hecho incuestionable, tanto es así que es la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) la que reconoce con el término Síndrome del cuidador quemado a todas las manifestaciones físicas y emocionales que ocurren en personas que asumen el “rol” de cuidador. Éste, a su vez, está modulado por diversos factores, como la situación económica del familiar, la red de apoyo social, el tipo de relación conyugal, el estado de salud de los propios cuidadores y el proceso de deterioro de la enfermedad.
La vida del cuidador cambia radicalmente como consecuencia de la demanda de adaptación a la nueva situación, esto provoca un profundo desgaste dando pie a alteraciones físicas, psicológicas, sociales y dificultades económicas.
Cuidados para personas con alzhéimer
Crear una rutina fija en las actividades cotidianas que debe recogerse en una lista ordenada según el momento en que deben ejercitarse. Recordarle los principales acontecimientos del día y repetir en voz alta el nombre de las personas con las que se encuentra, incluyendo el del cuidador/a.
Su casa y la cara de familiares pueden resultarle nuevas cada día. Es importante orientarle varias veces al día respecto al tiempo (hora, día, estación, año), lugar (domicilio, ciudad, provincia) y relacionarlo con las rutinas diarias (por ejemplo, son las nueve de la mañana y es la hora del desayuno).
Es útil colocar relojes, calendarios, recuerdos personales, en su sala de estar y en su habitación; y carteles en las puertas de las habitaciones más importantes (cocina, WC, etc.). Los objetos personales deben guardarse siempre en lugares fijos. Se evitarán en lo posible los cambios de domicilio, pues facilitan la desorientación.
La pérdida de objetos es muy frecuente en estos pacientes. La familia debe mantener a la vista los objetos que use de modo habitual. No deben cambiarse de lugar los objetos de uso diario, así como los libros y revistas. No deben mantenerse a la vista los objetos de valor, puede cogerlos y extraviarlos
Evite situaciones o acontecimientos que puedan desencadenar reacciones catastróficas. Si no puede evitarlas, anticípese a ellas. Por ejemplo, si tiene que llevarle de compras, evite los sábados por la mañana y los viernes por la tarde. Vaya cuando el supermercado no esté como un hervidero de gente. Si van a comer fuera, evite las horas más concurridas de los restaurantes.
Haga que su vida sea lo más previsible que se pueda. La mayoría de nosotros nos cansamos de llevar siempre la misma rutina, pero para las personas con demencia, la rutina diaria es segura y cómoda. Los cambios repentinos de horario pueden precipitar reacciones catastróficas. Planee su vida cuanto sea posible. Este problema puede disminuir con el avance de la enfermedad.
Consejos para los cuidadores
Ayuda para vestirse: puede empezarse la ayuda restringiendo el abanico de posibilidades de elección de estilos y colores. Es menester utilizar ropas fáciles de lavar y de ponerse (con botones grandes o "velcro" y con el cierre delantero). Para vestirse es preciso colocarle la ropa en el orden en que debe ponérsela y no toda a la vez, primero la ropa interior y una vez que se la ha puesto seguir con el resto. Conviene quedarse en la habitación y controlar cómo se la pone. Si olvida cómo se pone alguna prenda, hay que mostrarle cómo se hace, repitiéndolo él después.
Ayuda en la alimentación: estos enfermos no precisan un régimen especial de comidas. A veces se empeñan en comer sólo de un tipo de productos, los excesos en este sentido pueden desequilibrar una dieta, en cualquier caso es mejor que coman caprichos a que no coman nada.
Distracciones y pasatiempos: los juegos y aparatos muy complejos no resultan útiles. Los juegos de cartas simples hacen disfrutar a estos ancianos; hay que recordar que su capacidad para la concentración es muy limitada (30 minutos), tienen poca capacidad creativa y escaso sentido del humor.
Baño y aseo: mantener un correcto aseo y vestirse adecuadamente eleva la autoestima del anciano. En caso de que el anciano se resista a bañarse y mudarse de ropa, debe recordársele por qué tiene que hacerlo. De persistir en su negativa puede solicitarse al médico una indicación escrita de la necesidad de bañarse 2-3 veces por semana. La persona cuidadora no debe encontrarse ocupada en otra actividad cuando el anciano esté bañándose o aseándose. Es importante en ambos casos secarle bien la piel una vez bañado. Es fundamental el aseo de los genitales.
En Cuidafam ofrecemos un servicio de asistencia a domicilio para enfermos de alzhéimer, evitando así sobrecargas en los familiares de estos pacientes. Contamos con profesionales internos y por horas para los cuidados de estas personas.
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